Consejos de extracción
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Extraer la leche materna y conservarla en la nevera te permite más flexibilidad sobre la marcha, pero esta leche materna solo se puede usar de forma segura entre 3 y 5 días (más de 3 días solo si se ha extraído en condiciones de mucha higiene*). Sigue nuestras directrices y nuestros consejos para garantizar que tu bebé se alimenta de forma segura con tu leche materna.
Contenido
Conservar la leche materna en los envases adecuados
Comprobar la temperatura de tu nevera
Conocer la zona más fría de tu nevera
Preguntas Frecuentes sobre la conservación de la leche materna en la nevera
La leche materna se puede conservar en envases esterilizados, como biberones para leche materna o bolsas de almacenamiento especial. No olvides etiquetar el envase de leche materna con la fecha de extracción. Algunas bolsas de almacenamiento, como las bolsas de almacenamiento de leche materna de Medela, tienen una zona específica para facilitar el etiquetado, mientras que en otros envases puedes usar cinta adhesiva y escribir en ella con un rotulador permanente. Asegúrate de que los envases en los que conservas la leche materna son herméticos y están bien cerrados. Si piensas que no vas a usar la leche materna en un plazo de tres días, lo mejor es que la congeles inmediatamente después de la extracción. Esto ayuda a proteger y mantener su valor nutricional y su calidad.
Tu nevera debe enfriar a 4 °C / 39 °F o menos. Si el termostato de tu nevera no muestra la temperatura, plantéate comprar un termómetro para nevera individual con el fin de controlar el frío. Disponer de algún otro apoyo puede ser útil en caso de corte eléctrico o avería.
Lo mejor es que conserves la leche materna en una zona específica de la nevera. El mejor lugar suele ser la balda que hay justo encima de las cubetas para frutas y verduras. Coloca los envases con la leche materna hacia el fondo, pero sin que toquen la pared porque la leche materna se podría congelar. Ten en cuenta que la temperatura habitual de la nevera puede variar entre un país y otro. La etiqueta energética de la UE, por ejemplo, recomienda 5 °C / 41 °F para la balda del medio, mientras que en Alemania las neveras se suelen poner a 7 °C / 45 °F. La leche materna debe refrigerarse a 4 °C / 39 °F. La balda inferior, justo encima de las cubetas para frutas y verduras, suele ser la zona más fría de la nevera. Incluso con un ajuste medio de la nevera a 7 °C / 45 °F, la temperatura en este lugar no supera los 4 ºC / 39 °F. Lo mejor es que compruebes la temperatura con un termómetro. Además, recuerda usar siempre en primer lugar la leche que lleva más tiempo en la nevera – “lo que ha entrado antes sale antes” es el criterio que puedes seguir para distinguir entre lo que es más o menos reciente. Recuerda que la puerta de la nevera no es un lugar de conservación adecuado, ya que al abrirse y cerrarse con frecuencia no está suficientemente fría.
No se recomienda mezclar leche materna recién extraída con leche materna que ya se ha refrigerado o congelado. No es deseable que la leche materna recién extraída caliente la leche materna refrigerada. Para evitar esto, deja que la leche materna recién extraída se enfríe antes de combinarla con leche materna refrigerada o congelada anteriormente. Ten en cuenta también las directrices sobre la duración de la conservación de la leche materna. Si combinas leche materna extraída en días distintos, el tiempo de conservación debe basarse en la fecha en la que se guardó la leche más antigua.
Si hay que desechar o no esta leche materna después de un corte eléctrico depende de cuánto tiempo ha durado este corte eléctrico y cuánto se ha calentado la leche. Si se dejan sin abrir, la mayoría de las neveras pueden mantener la comida fría durante aproximadamente cuatro horas. Para preservar la temperatura lo máximo posible, mantén cerrada la puerta de la nevera mientras dure el corte eléctrico.
La leche materna es un tipo de alimento y se puede conservar junto con otros alimentos en cualquier nevera en la que se pueda conservar la comida. Otros empleados, compañeros, el personal de limpieza, los miembros de la familia o los cuidadores de los niños no deben considerarla un riesgo biológico. Mantener la leche materna en una nevera compartida o lavar alguna parte del sacaleches en la zona de descanso común no supone ningún riesgo para la salud, siempre que se tomen las medidas necesarias para evitar contaminaciones. El aparato sacaleches siempre debe limpiarse y secarse correctamente, y mantenerse en un entorno higiénico.
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