Embarazo y preparacion
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Si crees que tus pechos dejaron de crecer en la adolescencia, ¡estás equivocada! Las complejas estructuras internas necesarias para alimentar a un bebé no empiezan a formarse hasta que estás embarazada, y hasta hace poco ni siquiera sabíamos cómo funcionaban.
Aparte de comprar los sujetadores de embarazo, puede que no hayas pensado mucho en tus pechos durante este periodo. Sin embargo, por debajo de la superficie se están produciendo cambios muy importantes. Mientras suceden cosas increíbles en tu útero, tus pechos también sufren una espectacular transformación y se preparan para la llegada de tu bebé. Para comprender totalmente lo que está sucediendo, tenemos que retroceder un poco en el tiempo...
Tus pechos están cambiando constantemente desde la pubertad hasta la menopausia. A diferencia de casi todos los demás órganos, no empiezan a crecer hasta que las hormonas que se liberan durante la pubertad los «activan». Pero aunque pueda parecer que ya se han desarrollado totalmente después de la pubertad, aún no son órganos maduros.
«Después de la pubertad, el pecho sigue desarrollándose, y con cada ciclo mensual añades un poco de tejido secretor [productor de leche] hasta llegar a los 35 años aproximadamente», explica el profesor Peter Hartmann, un experto en la ciencia de lactancia de la Universidad de Australia Occidental. «A partir de esta edad, el desarrollo se estanca y el pecho se mantiene maduro, pero inactivo».
Los pechos también renuevan sus propias células internas como parte del ciclo menstrual mensual, y ese es el motivo por el que puedes notarlos blandos, sensibles o hinchados durante tu periodo.1
Es posible que notes los pechos un poco abultados durante los primeros días del ciclo; esto es porque se están preparando para un posible embarazo. Cuando tu cuerpo se da cuenta de que no estás embarazada, el ciclo mensual de las hormonas se inicia de nuevo.2
Este ciclo se interrumpe cuando te quedas embarazada. Cuando finaliza el primer mes de embarazo, tus pechos empiezan a transformarse en órganos productores de leche.
Durante este periodo, los conductos galactóforos aumentan en número y complejidad, y empiezan a bifurcarse hasta formar un intrincado sistema de alimentación. De forma simultánea, las células productoras de leche, denominadas lactocitos, empiezan a desarrollarse en el interior de tus pechos. Y la cantidad de sangre que llega a los pechos durante el embarazo se duplica. Este es el motivo por el que puedes ver las venas a través de la piel.3
«Con la retirada de la placenta, tus niveles de progesterona empiezan a descender y comienza el periodo de lactancia»
«Cuando te quedas embarazada, es cuando se inicia realmente el desarrollo mamario», señala el profesor Hartmann. «Cuando concibes, se activa el crecimiento del tejido secretor existente en el pecho. Tienes pequeñas bifurcaciones de glándulas en el pecho a modo de brotes, y cuando te quedas embarazada, estos pequeños brotes crecen y forman conductos y pequeñas bolsas, llamadas alvéolos, donde se guarda la leche».
Esta actividad en el interior de tus pechos puede provocar hormigueo, dolor, hinchazón o pesadez, que son algunos de los primeros signos de un embarazo. Lee Cómo cambian tus pechos durante el embarazo para obtener más información.
Lo creas o no, hasta hace muy poco los investigadores no habían descubierto cómo funciona esta red de conductos que hay en el interior del pecho.
Hasta este siglo, la mayoría de los conocimientos médicos sobre cómo los pechos producen leche se basaban en los experimentos realizados por el cirujano inglés Sir Astley Cooper en 1840.4 Sus estudios concluyeron que los conductos almacenaban la leche y la expulsaban a través de entre 15 y 20 aberturas en el pezón.
Por increíble que parezca, hasta el año 2005 no se realizaron investigaciones más profundas. La investigación de la compañera del profesor Hartmann, la Dra. Donna Geddes y su equipo, con el apoyo de Medela, reveló que los pechos funcionan de un modo muy diferente.5 Los conductos son en realidad unos pequeños tubos, de apenas unos milímetros de anchura, que más bien transportan la leche, en lugar de almacenarla. De hecho, la leche se produce y almacena en los alvéolos. Estas bolsas están conectadas a los conductos mediante tubos aún más pequeños denominados conductillos.6
La leche permanece en las bolsas hasta que la hormona oxitocina se libera en el cuerpo cuando tu bebé empieza a succionar el pezón. Los alvéolos están rodeados por células musculares que se contraen en respuesta a la oxitocina, y son estas contracciones las que impulsan la leche a través de los conductos hasta llegar al pezón. Todo este proceso se conoce como el reflejo de eyección de la leche, y puede que notes una sensación de cosquilleo o silbido cuando empieces a alimentar a tu bebé, aunque algunas mujeres no notan nada en absoluto.7
Los investigadores también han descubierto que los pezones tienen menos aberturas de las que se pensaba: normalmente, unas nueve, y en ocasiones, tan solo cuatro. Los conductos deben expandirse aproximadamente un 68 % para alojar el volumen de leche que debe salir por este reducido número de aberturas.8
«Durante el periodo de lactancia, la estructura y mecanismos del pecho se mantienen bastante constantes hasta que el bebé empieza a tomar menos leche», explica el profesor Hartmann.
Aproximadamente a mitad del embarazo, tus alvéolos ya son capaces de producir leche. Afortunadamente, tus hormonas del embarazo evitan que produzcan mucha;9 de lo contrario, estarían listos para dar leche el mismo día del parto.
«No quieres producir 800 ml de leche cada día mientras estás embarazada», señala el profesor Hartmann. «Por ese motivo, tienes unos niveles elevados de progesterona que evitan la activación de la secreción de leche. Posteriormente, con la retirada de la placenta, tus niveles de progesterona empiezan a descender rápidamente y comienza el periodo de lactancia».
Y si te estás preguntando qué le sucede a tus pechos cuando dejas de dar el pecho, vuelven a su estado inactivo, pero no de forma inmediata. «Cuando una madre deja de dar el pecho por completo, el pecho tarda un tiempo en desactivarse. Probablemente, uno o dos meses», indica el profesor Hartmann. «La producción de leche materna tarda un tiempo en finalizar, mientras que en otras especies es un proceso bastante rápido».
Al final, no obstante, tus pechos regresarán a su estado anterior al embarazo. Posteriormente, si vuelves a quedarte embarazada, se iniciará de nuevo el mismo ciclo de crecimiento y desarrollo.1
1. Hassiotou F, Geddes D. Anatomy of the human mammary gland: Current status of knowledge. Clin Anat. 2013;26(1):29-48.
2. Reed BG, Carr BR. The normal menstrual cycle and the control of ovulation. In: De Groot LJ et al., editors. Endotext [Internet]. South Dartmouth, MA, USA: MDText.com, Inc.; 2000. [cited 2018 April 13] Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK279054/
3. Geddes DT. Ultrasound imaging of the lactating breast: methodology and application. Int Breastfeed J. 2009;4(1):4.
4. Cooper AP. On the anatomy of the breast. London: Harrison and Co; 1840. 193 p.
5. Ramsay DT et al. Anatomy of the lactating human breast redefined with ultrasound imaging. J Anat. 2005;206(6):525-534.
6. Geddes DT. Inside the lactating breast: the latest anatomy research. J Midwifery Womens Health. 2007;52(6):556-563.
7. Kent JC et al. Response of breasts to different stimulation patterns of an electric breast pump. J Hum Lact. 2003;19(2):179-186.
8. Ramsay DT et al. Ultrasound imaging of milk ejection in the breast of lactating women. Pediatrics. 2004;113(2):361-367.
9. Pang WW, Hartmann PE. Initiation of human lactation: secretory differentiation and secretory activation. J Mammary Gland Biol Neoplasia. 2007;12(4):211-221.
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